En el decimoquinto número de Letras Históricas, al igual que en los anteriores, entregamos al lector ocho trabajos producto de investigaciones terminadas o en curso en la sección "Entramados", otro en la sección "Testimonios", y dos reseñas de libros.

En el primer artículo de Laura Pacheco Urista y J. Erick González Rizo, titulado "Entre el silencio y el olvido: prácticas agrohidráulicas prehispánicas en la cuenca de Magdalena, Jalisco", se describen con base en fuentes documentales tempranas e investigaciones arqueológicas recientes la práctica de cultivos y los posibles sistemas de riego que han podido detectarse para la época prehispánica en la cuenca de la extinta laguna de Magdalena. Por un lado, las crónicas y los relatos revisados por los autores, que cubren un periodo comprendido entre 1525 y 1621, no aportan mayores datos sobre el tema; por otro, las excavaciones arqueológicas sí admiten la posible existencia de asentamientos indígenas con "extensos sistemas de campos elevados que formalmente remiten a las chinampas del centro de México", aunque diferían mucho de las mexicas. Los autores concuerdan en que el silencio de las fuentes documentales tempranas escritas por españoles se explicaría porque esos sistemas agrohidráulicos habían desaparecido casi mil años antes.

El segundo artículo de este número, escrito por Jesús Márquez Carrillo a partir de documentos de la época, presenta una visión histórica de las formas de enseñanza de la educación cívica y moral en las escuelas mexicanas entre 1790 y 1835, donde lo central era cultivar, desarrollar e imponer la obediencia y la sumisión a la autoridad. El autor proporciona los antecedentes coloniales de este tipo de enseñanza, de la cual se hereda el método del catecismo que, como se sabe, está construido con preguntas y respuestas que el pupilo debe aprender para ser buen ciudadano, afecto al trabajo y atento a la autoridad. El autor lo dice así: "ser religiosos, hombres de bien, respetuosos de las leyes y las autoridades y observantes de las virtudes civiles emanadas de las religiosas". En suma, se buscaba un sujeto civilizado y un ciudadano moderno.

Josefina Torres Galán, Ricardo Gallardo Díaz y José Sanfilippo y Borrás ofrecen el trabajo titulado "En busca de la ciencia médica. De herbolarias a farmacéuticas en la ciudad de México (siglos xix y xx)". Se narra cómo a lo largo del siglo xix y a comienzos del xx las mujeres construyeron, no sin dificultades, el camino para convertirse de herbolarias, sanadoras o curanderas en profesionales de la farmacéutica, al ser admitidas como estudiantes en la Escuela de Farmacia de la ciudad de México, ya bien entrado el siglo xx. El recorrido de más de un siglo puede sintetizarse en tres grandes temas: 1) la medicina doméstica y la herbolaria, 2) la boticaria, y 3) la profesional de la farmacéutica, que en la época era considerada como "lo científico".

Tres grandes fuentes documentales, a saber, los Anales de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México, el Boletín de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, y las Memorias y Revista de la Sociedad Científica Antonio Alzate, sirven a Andrés Moreno y Rodrigo Vega y Ortega para elaborar el relato de las "Aportaciones a la historia de la Meteorología a través de los estudios ambientales de las asociaciones científicas de la ciudad de México, 1857-1910". El trabajo se centra en la historia pluviométrica, desde sus principios a mediados del siglo xix hasta comienzos del xx. Es interesante porque se destaca la importancia que tenían la frecuencia e intensidad de las lluvias para la agricultura y la siembra de diferentes tipos de cultivos, además de mostrar en toda su magnitud cómo recogieron y midieron las lluvias estos observadores amateurs hasta llegar a la profesionalización e institucionalización de la ciencia de la meteorología.

Un poco más de nueve años son los historiados por Andrés García Lázaro en su artículo titulado "De empresa de alumbrado a empresa de servicio de energía eléctrica: la Compañía Mexicana de Gas y Luz Eléctrica en la ciudad de México, 1896-1905", que muestra con claridad el proceso de modernización del alumbrado eléctrico en la capital de la República a fines del siglo xix y comienzos del xx y el suministro de energía eléctrica a las industrias. Son cuatro hitos importantes los que da a conocer: uno, la participación de empresas extranjeras en este servicio (capital inglés, alemán, canadiense); dos, el tránsito de un monopolio del servicio de alumbrado eléctrico (público y a particulares) a una libre competencia entre empresas proveedoras; tres, la libre competencia en esos años no significó un mejor servicio, pero sí una baja en su precio, y cuatro, la competencia desleal entre empresas termina en la absorción de las más débiles por la de mayor capital. Trabajos como éste son sumamente útiles para fines comparativos con lo sucedido en otros estados.

Rebeca García Corzo, autora del siguiente artículo, "Ingenieros, hacendados y empresarios en conflicto por el aprovechamiento del agua del río Lerma en Jalisco a fines del siglo xix y principios del xx", ofrece una visión sobre el uso del agua del río Lerma y la laguna de Chapala entre 1890 y 1906 con fines productivos, orientados hacia la irrigación, la navegación y la generación de energía. Como es de suponer, el agua como recurso natural se transforma en mercancía cuando pasa a ser tratada como bien de consumo y, más todavía, cuando muchos consumidores pelean entre sí su uso. García Corzo narra al lector el proceso mediante el cual ingenieros-hacendados y empresarios colaboraron para formar la primera Compañía de Luz Eléctrica de Guadalajara, luego la Hidráulica Mexicana, y más tarde la Compañía Hidroeléctrica de Chapala. Asimismo, indica que estos actores de la elite económica de Jalisco entraron en un conflicto por el uso y la domesticación del agua del caudal del Lerma y el lago Chapala, que resolvieron al margen de pequeños y medianos propietarios ribereños.

El sexto trabajo, titulado "Un bestiario para la democracia decimonónica. Un análisis de La Bolsa de Martel", escrito por Camila Arbuet Osuna, es un ensayo que acomete una lectura y un análisis de la novela naturalista-romántica muy útil para entender la realidad histórica de la crisis de 1890 en Argentina. El autor de la novela La Bolsa, José María Miró, la escribió bajo el seudónimo de Julián Martel y fue publicada en 1891 como folletín en el periódico La Nación, cuando el escritor tenía tan solo 22 años según unos y 24 según otros. Es un excelente retrato de la crisis económica y financiera que cimbró Argentina y al gobierno de Juárez Celman en 1890 y de la voracidad de los especuladores de la bolsa, que como suele ocurrir en la mayor parte de los países latinoamericanos, carecen de moralidad y buscan sólo su beneficio con las especulaciones bursátiles. Lo curioso es que todos estos males se centran en la ideología liberal y en la llegada de inmigrantes sin los valores de los argentinos de antaño, o sea, conservadores. El bestiario que Camila Arbuet Osuna encuentra, refleja muy bien los miedos y prejuicios que significaban la democracia y el igualitarismo de los liberales y los peligros que Martel veía en los inmigrantes judíos, los extranjeros pobres, las mujeres y los criollos.

"Por amor a la patria. El sentido patriótico del atletismo en Estados Unidos, 1886-1918" es un artículo de Miguel Esparza escrito con base en una vasta revisión hemerográfica y de autores estadounidenses. Expone cómo surgió la práctica de los deportes durante el siglo xix y, más específicamente el atletismo, a finales del siglo xix y hasta el comienzo de la primera guerra mundial y, claro, cómo el Estado orientó dicha práctica a exaltar el patriotismo en cada una de las competencias en las que participaban deportistas del país. Ganar significaba hacer patria y separarse de la herencia deportiva de Inglaterra. El deporte sirvió para modelar las mentes de sectores de escasos recursos, cuya moral, según los autores que consulta Miguel Esparza, resultaba reprochable. El deporte, al igual que en su antigua metrópoli, fue utilizado como una forma de educación, pero a diferencia de ella, Estados Unidos agregó el ingrediente de la exaltación del espíritu nacionalista cuando se competía y por supuesto se reforzaba la identidad estadounidense cuando se ganaba. En el atletismo, señala Miguel Esparza, fue el formato de pista y campo el que más éxito tuvo, prendió entre los deportistas agrupados en clubes y sobre todo en las universidades donde estaban posicionados los grupos de mejores ingresos. Fue así que en 1895 Estado Unidos llegó a ser la primera potencia mundial del atletismo. Lo más interesante que muestra Miguel Esparza es que todos los 4 de julio, día de la independencia, se festejaban con los Juegos Patrióticos, donde el atletismo era actor de primera línea.

En la sección "Testimonios" del número 15 de Letras Históricas presentamos el texto "Recordar no es velorio: testimonios e historias de vida del agrarismo veracruzano", escrito por Elissa Rashkin. Como se advierte en el título, la autora analiza una serie de testimonios escritos y orales de campesinos agraristas que vivieron la época más radicalizada de la postrevolución, comprendida entre 1920 y 1930. Parte de dos textos publicados: Memorias. Un dirigente agrario de Soledad de Doblado, de Porfirio Pérez Olivares (1992), y Tiempo y memoria. Recordatorio biográfico y poético, de Pino Domínguez Colorado (2008), que reúnen la memoria agrarista de Veracruz. Estos dos autores fueron actores que dejaron testimonios escritos de su participación en la lucha por la tierra y activos dirigentes del movimiento; por un lado narran su actividad contra los terratenientes y hacendados, y por otro su acción en la Liga de Comunidades Agrarias del Estado de Veracruz y en el partido en el poder; sin embargo, sostiene la autora, nunca fueron títeres que se dejaran manipular.

En síntesis, Letras Históricas cumple una vez más su cometido de entregar al lector resultados de investigaciones de calidad y novedosas. No nos queda más que invitar a la lectura, a hacer comentarios y críticas a fin de mejorar nuestra revista y, por supuesto, alentar a que sigan enviándonos artículos a la dirección electrónica siguiente: http://www.revistascientificas.udg.mx/index.php/LH

Por último, no queremos dejar pasar la ocasión para proporcionar nuestro agradecimiento sincero a los doctores Refugio de la Torre Curiel, Federico de la Torre de la Torre y Robert Curley Álvarez por su valiosa colaboración como integrantes del Comité Editorial que finalizaron su ciclo como tales en 2015-2016 y, al mismo tiempo dar la bienvenida a las doctoras Alicia Vargas Amézquita (Jefa del Departamento de Historia), Rebeca Vanesa García Corzo, Patricia Torres San Martín y al doctor Jorge Alberto Trujillo Bretón, quienes se integran al Comité Editorial de Letras Históricas, a partir de la salida del presente volumen.

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  • » Publición impresa: 04/2016