Abstract
Los tranviarios de Guadalajara formaron una asociación gremial que unió fuerzas para defender en mejores condiciones sus intereses laborales ante la empresa para la que trabajaban. Después de la Revolución mexicana, la agrupación logró fortalecerse, primero como sindicato y luego como propietaria de su medio de trabajo, al constituirse y afianzarse como sociedad cooperativa. No obstante, pocos años después, con la corporativización del sindicalismo en Jalisco, no pudo ya enfrentarse a los intereses tanto del gobierno del estado como de la competencia camionera, y en consecuencia terminó por desaparecer al cambiar los tranvías por autobuses; de ese modo se perdió todo lo que mediante la acción sindical se había conseguido.